Del Turismo y sus Mentiras

Escandalosos y con un daño colateral enorme fueron sin duda sendos operativos que la Marina-Armada de México realizó en los últimos días del año pasado en la entidad. Fuimos-como cuando el mecánico Estrada Cajigal, ahora millonario, nos desgobernó-la nota obligada a nivel nacional e internacional, no había medio masivo de comunicación electrónica que no diera cuenta de la cruenta batalla que se escenificó primero en “Los Limoneros” en Ahuatepec, otrora bello rancho de Don Tintino Legorreta y en las ya de por si ignominiosas “Torres Altitude” en al antiguo barrio del “Pilancón” en Cuernavaca.
Así las cosas, era de esperarse que nuestra pírrica actividad turística de fin de año se viera seriamente mermada. ¿A quien le gustaría ir de vacaciones a un lugar en donde a mañana, tarde y noche se dice de él que existe “toque de alerta” y que las tanquetas del ejercito andan patrullando la ciudad de Cuernavaca y sus zonas aledañas? con las consabidas imágenes de los marinos dando cuenta de la persona de quien fue sin duda el jefe del narco en Morelos y jefe además de varios políticos en éste vilipendiado estado de Morelos: Arturo Beltrán Leyva.
En ésta parafernalia de dimes y diretes, además de las consabidas declaraciones de algunos de nuestros excelsos políticos criticando-ahora si-al gobierno de Adame, vino la posición irresponsable del titular de el sector turismo en Morelos, el cual al mejor estilo del viejo y arcaico sistema, señaló a los cuatro vientos, que aquellos que sostenían que se habían cancelado algo así como mil doscientas habitaciones para el fin de año estaban equivocados, más aún, salió con la veterana y reprobable perorata de afirmar que Morelos mantenía una ocupación habitacional producto de los miles de visitantes que llegaron a la región, y la misma de alrededor del ochenta por ciento de la capacidad instalada por los prestadores de éste tipo de servicio, es decir los hoteleros.
No tardó desde luego la respuesta de quienes estaban viviendo en carne propia los resultados de la enésima presencia del narco en Morelos. Los hoteleros organizados, en voz de su presidente, le respondieron al notario público con licencia, hora metido de secretario de turismo y seguramente en breve como precandidato al gobierno de la ciudad de Cuernavaca y a lo mejor hasta en precandidato a gobernador por el PAN-la caballa en acción nacional no está flaca, está al borde la inanición-que sus cifras no checaban en lo más mínimo.
Las cantidades que ellos tenían en la mano hablaban de una triste ocupación de no más del treinta y cinco por ciento de la capacidad instalada. Sin tocar abiertamente aquellas cancelaciones de última hora los prestadores de servicio turístico dejaban claro que entre los “alegres montos” que manejaba el sector turismo estatal y las de ellos había una abismal diferencia. La realidad les daría la razón.
Para nadie fue una sorpresa el advertir una “Ciudad de la Eterna Primavera” vacía, los lugares en donde se apreció movimiento de personas éstas navidades fue en “Las Galerías”, lugar éste, donde desde hace unos años la gente de Cuernavaca-que no los visitantes de fuera-son asiduos compradores en la novedosas tiendas departamentales como Sanborn´s o Liverpool y sus restaurantes y cafeterías lugares obligados de la gente menuda, que los han hecho centro de reunión forzada de aquellos que se sienten miembros de la sociedad Tlahuica.
Pero el turismo estatal no conforme con ello emitió un nuevo reporte de la actividad turística de éste fin de año. Con números sustentados en una de las tantas empresas “patito” que se suelen contratar desde el gobierno del estado denominada “REDES Turismo”, dedicada a la investigación para el desarrollo, especializada en diseñar estrategias de negocios, mercado, comercialización y desarrollo de proyectos turísticos, el número de visitantes se incrementó con comparación a las cifras obtenidas hace un año. Con valores recabados entre el 19 de Diciembre del 2009 y el 3 de Enero del 2010-el informe lo dieron a conocer el día primero de Enero del 2010-ésta empresa afirmó que las personas que pernoctaron en Morelos en ésta época fue de ciento treinta y un mil quinientas dieciocho personas y afirmando que la ocupación hotelera fue de un setenta porciento de la capacidad instalada, muy cercana a la media nacional.
Los números siguen sin checar, sobre todo si partimos de la base que Morelos cuenta con una baja capacidad en habitaciones de hotel. Siguiendo las cifras de ésta empresa en la cual plácidamente se recarga el sector turismo oficial, nuestra entidad debería de contar con algo así como tres mil habitaciones para albergar a un promedio de nueve mil personas diarias y eso desde luego ésta muy fuera de la realidad. Si a eso le agregamos que según éste informe llegaron en total quinientos cincuenta mil visitantes en ese periodo la cosa se pone más dudosa, ya que entonces estaríamos frente a casi trescientas mil personas que residieron en Morelos en casas habitación y son una franja a la cual resulta imposible de medir, al menos que se levante un censo especial y ese no fue el caso.
En fin, el turismo y sus mentiras. Que difícil resulta encontrar en Morelos funcionarios públicos de altura.
Dice Joan Manuel Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”
JABONAZO
Feliz 2010. Que éste año nos traiga a todos los Morelenses mejores servidores públicos. Nos urge.




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