Juan Bosco Castañeda, ¿conveniente detención?

Escasamente contaba con un año en el puesto de Director de la Policía Preventiva de Cuernavaca, cuando Juan Bosco Castañeda fue detenido por miembros de la 24ª. zona militar con sede en esta ciudad capital del estado de Morelos. Horas antes, el ejército mexicano había capturado a Víctor Manuel Valdés Arteaga, alias “El Gordo Varilla”, el cual les había informado que: “El que nos protege es el comandante (Juan) Bosco (Castañeda), él me avisaba cuando había operativos o cuando había federales o militares. Valdés Arteaga sería el segundo en la cadena de mando dentro de la célula del Cártel del Pacifico Sur con base en Cuernavaca y su zona conurbada.

Ataviado con la ya emblemática playera pirata tipo Polo Ralph Lauren de color negro y con el simbólico número dos en la manga derecha, el “Gordo Varilla” habría declarado, posterior a su captura, que sería el Comandante Bosco el que le daba la información de todos los operativos de la PFP y del Ejercito Mexicano y que por esos valiosos informes le estarían entregando algo así como quince mil pesos al mes.

Desde luego que en los momentos que vive el país y por supuesto nuestro estado de Morelos, es muy difícil creer, no solo en la policía de Cuernavaca, sino en cualquier institución que deba brindar seguridad a la ciudadanía, sea estatal, ministerial o federal. La experiencia de estos últimos cuatro años nos ha hecho día con día profundamente desconfiados al observar como el crimen organizado ha permeado en todas las esferas del poder en México, quedando fuera de ello solo la Marina Armada de México, de la cual hasta éste momento no se conoce acto de corrupción o colusión alguno.

Muchos de mis pacientes lectores me critican que todo lo vea siempre con ojos de “Fouché” perverso y que el acontecer diario siempre lo relacione con la actividad política y en eso muchos de ellos tienen la razón.

¿Quién es Víctor Manuel Valdés Arteaga, alias “El Gordo Varilla”? Es uno de tantos esquizofrénicos delincuentes de poca monta que han sido utilizados por el crimen organizado en Morelos y en otras ciudades del país y que han escalado en el escalafón criminal, virtud de la necesidad de no ceder espacio a las bandas rivales. El rompimiento entre el heredero del imperio de las drogas que dejó Arturo Beltrán Leyva, su hermano Héctor (a) El “H” y los sicarios de Edgar Valdés Villareal (a) “La Barbie” han logrado que gente como esta tome el control de algunas células delictivas en ciudades importantes. El poder de estos individuos estriba en la perversidad de sus asesinatos y en las armas de asalto que todavía tienen a montones, de ahí que más que dedicarse al mercado de los estupefacientes-cuando los detienen se les encuentran cantidades mínimas-, se estén dedicando a los delitos del fuero común, como lo es el secuestro, la extorsión, robo de vehículo y sus consecuentes asesinatos. Con una procuraduría de justicia tan débil como la de Morelos, los delitos que cometen estos tipos jamás son perseguidos.

En fin, el “El Gordo Varilla” declaró que entregaba quince mil pesos mensuales al comandante Bosco para obtener información. Habrá quien diga que la cantidad del soborno no importa, lo que nos interesa es que aparentemente existió colusión de la autoridad con el crimen organizado. Solo que resulta una cantidad monetaria sumamente pobre para que el segundo hombre más importante en la organización de Héctor Beltrán Leyva se interesara en sobornar a uno de los segundos mandos más importantes de la policía municipal de Cuernavaca.

Y luego, sigue la duda cuando la información que aparentemente daba Bosco, resulta en los operativos que realizaban la policía federal preventiva y el ejército mexicano. Resulta muy dificultoso de creer que un humilde jefe de la policía preventiva de Cuernavaca supiera de estos operativos, cuando en varios, por no decir muchos estados de la república, ni los mismos gobernadores de las entidades están enterados de lo que hacen las autoridades federales de seguridad. Ahí están los ejemplos de Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua.

No vaya siendo que alguien si está pensando estratégicamente como “Fouché” y quiera nivelar las circunstancias delincuenciales de Cabeza de Vaca y del secretario de seguridad pública de Cuernavaca con Jesús Giles, con la de Juan Bosco y desde luego con el PRI que gobierna la capital del estado de Morelos.

No vaya siendo que la detención de Bosco Castañeda sea solo un ardid electoral buscando nivelar la elección de Morelos en el 2012.

JABONAZO

El PRI tiene que llamar a la cordura a sus suspirantes. Tienen que entender que el mejor posicionado es MMG y dejarlo llegar, no hacerlo sería una insensatez.

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