Recordar

“Si los ciudadanos actúan de manera apática, entonces los gobernantes podrán hacer de las suyas, porque el pueblo no exige que el gobierno cumpla con su obligación”

Obispo Luis Reynoso Cervantes



Veo como el terrible asunto de la falta de seguridad en Morelos cada día se hace más grave. Días pasan y la maldad de las bandas que han hecho de Cuernavaca su “modus operandi” me causa estupor. Hace apenas unos días nos enteramos de que uno de esos operativos de sicarios, levantó a una joven pareja de casados, dejando en el abandono a unos gemelitos de apenas un año de edad.



Tratando de entender lo que sucede en mi terruño, vino a mi memoria aquel excelente libro que escribió mi buen amigo Julián Vences Camacho-¡Fuera, Fuera! Cómo y por qué cayó Jorge Carrillo Olea-, en el cual relata la caída del Gobernador de Morelos en el año 1998, después de que la Policía Federal de Caminos encontrara a judiciales de Morelos, tirando el cadáver de un supuesto secuestrador, cerca de la ciudad de Iguala, Guerrero, conocido con el alias de “El Moles”.

Así las cosas, en las páginas setenta y setenta y uno, Vences escribe:

10:00. Restauran Míster Grill. Reunión sin precedentes. Convocados por las dirigencias del PCM, PAN y PRD, varias decenas de organizaciones sociales anunciaron, ante una multitud de reporteros de medios locales y nacionales, la constitución de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC). Acudieron representantes de las varias expresiones de “El Barzón”, media docena de grupos de transportistas (taxistas, microbuseros y concesionarios de autobuses urbanos), cámaras de comercio e industriales, grupos eclesiales, ONGs, Casa Ciudadana de Cuautla y Cuernavaca, estudiantes universitarios, víctimas de secuestro y sus familiares.

Al centro de una mesa larga posan micrófonos y grabadoras y destacan las contrastantes siluetas de dos personalidades: Sergio Estrada Cajigal—edil de la capital morelense—y el obispo don Luis Reynoso Cervantes; los acompañan José Luis Correa, Adrian Rivera, Andrés Gabino y Alejandro Mójica; detrás, en varias filas escalonadas se acomodan los integrantes de la naciente agrupación.

El corpulento dignatario de la grey católica subraya:

-Ante el clima de violencia prevaleciente, es necesaria la unión de todos los sectores, para que las autoridades atiendan el clamor generalizado, de basta a la impunidad y el crimen. Llamo a los feligreses, y a la ciudadanía en general, a participar en las movilizaciones. No se trata de que la iglesia tome parte en asuntos políticos, sino, de crear en los católicos una cultura de responsabilidad en sus deberes ciudadanos. Si los ciudadanos actúan de manera apática, entonces los gobernantes podrán hacer de las suyas, porque el pueblo no exige que el gobierno cumpla con su obligación.

-¿Qué opina de la salida del procurador?-le pregunta Tlaulli Preciado, reportera de La Unión.

-No me toca meterme en cuestiones políticas-precisa el calvo jerarca que viste de pantalón negro y guayabera blanca-, yo me quedo en la cuestión moral. Cuando una persona no cumple con sus deberes y más cuando son tan graves, entonces debe exhortársele, y si es necesario, cambiarlo, porque en ese puesto debe de estar el hombre preciso, el pueblo puede demandar su cambio.

-¿Y usted?-cuestiona la reportera a Sergio Estrada, que está sentado a la derecha del Obispo y, mostrando un total dominio de si, acapara la palabra por un rato y explaya:

-Me sumo a la invitación para que todos se manifiesten y se evite que la inseguridad crezca. Convoco a los Cuernavacenses a que se sumen con entusiasmo para protestar de manera respetuosa y propositiva. La marcha tiene por objeto lograr que éste Estado tan hermoso tenga, además de un clima agradable, un clima de seguridad que propicie la venida de muchos que realmente lo aman. Morelos no es un Estado de delincuentes y nos corresponde a todos, si en verdad lo amamos, contribuir a reafirmar su verdadera imagen que es la paz, concordia, trabajo, solidaridad y justicia social.



Al leer el libro de Vences pareciera que Morelos no ha cambiado ni un ápice. No solo eso, sino que al cabo de los años el gobernante en turno se ha vuelto más cínico y más rapaz y la ciudadanía-para beneficio de él-se comporta ahora de una manera muy distinta a la de aquellos años aciagos.



Para dolor de los Morelenses las iglesias están pasmadas. La católica, la cual sigue siendo la de mayor feligresía, se encuentra callada ante el embate de la delincuencia y la probada colusión de las policías con el hampa organizada. Ni que decir de los órganos empresariales, salvo honrosas excepciones, los más se encuentran esperando que el gobernante en turno les escurra de las mieles del presupuesto. Del Edil de Cuernavaca mejor ni hablamos. Ése puesto se encuentra en la inanición política y económica.



Ahí queda para la historia lo que Cuernavaca y sus genuinos líderes hicieron de 1996 a 1998. A ver hasta cuando aguantamos.



JABONAZO

La terna para elegir al procurador de justicia se cayó. ¿Quiénes son los asesores del gobernador de Morelos?











1 comentario:

Muro "El Extranjero" dijo...

Admiro su análisis, considero que constituye una postura muy acertada sobre la situación, en nuestro estado. Actualmente me encuentro estudiando la carrera de Sociología, y para un trabajo de investigación, necesito consultar el libro Fuera, fuera!: cómo y por qué cayó Jorge Carrillo Olea, pues considero que me sería de mucha utilidad, usted sabría donde lo puedo adquirir o bien, en donde lo puedo consultar.

Me encuentro estudiando y radicando en el DF.

Esperando contar son su invaluable apoyo le envío un saludo.

Gracias